Acaba de finalizar la primera concentración de motos eléctricas en Cantabria, denominada “Alta ruta montañas Cantábricas ZERO emisiones”, convocada para los días 1 al 5 de noviembre. Fue organizada por el Club Zero Motorcycles España. Las predicciones meteorológicas no eran las más apropiadas, con una ciclogénesis explosiva en ciernes, lo que cancelo un importante número de participantes. Sin embargo, un grupo de usuarios, muy comprometidos con la movilidad sostenible, decidió arriesgarse y seguir con el plan previsto.
La concentración, que tuvo de base de operaciones la ciudad de Santander, tenía organizados tres días de rutas muy atractivas por las montañas y costas de Cantabria para dar a conocer a los participantes las maravillas de nuestra naturaleza y demostrar que es posible viajar con este tipo de modernas motocicletas. En este sentido se eligió Cantabria ya que goza de una buena disposición de cargadores de vehículos eléctricos por todos sus preciosos valles interiores si bien, y paradójicamente pese a su mayor atractivo turístico, la costa está bastante mal dotada.

El primer día se abordo la espectacular ruta que sobrepasaba los cinco grandes puertos de montaña pasiegos. A saber Alisas, Los Machucos, La Lunada, Estacas de Trueba y La Braguia. Bajo unas condiciones atmosféricas nada favorables, con fuertísimo viento e incluso una copiosa nevada al sobrepasar La Lunada, los participantes entraron en calor disfrutando de un excelente cocido montañés en Vega de Pas y visitando a continuación el Museo del Sobao en Selaya. En la ruta se sobrepasaron los tres mil metros de ascenso acumulado y se incluyo un recorrido por pistas de montaña en la zona de Bustablado.

Las condiciones meteorológicas empeoraron considerablemente el segundo día de la concentración por lo que se decidió hacer un recorrido por la costa para conocer los preciosos pueblos de Cantabria, como Santillana del Mar, Comillas y San Vicente de la Barquera.

Por último, el tercer día se realizó una ruta por los valles más emblemáticos de Cantabria incluyendo los de los ríos Pas, Besaya, Saja, Nansa y Deva, para acabar en la capital de la comarca lebaniega. El tiempo mejoro considerablemente y fue un agradecido final para esta primera concentración de motos eléctricas en Cantabria, en donde además de los magníficos paisajes se disfruto de la excelente gastronomía de la región.

Los participantes, venidos desde diversos puntos de España, han quedado impresionados de la belleza de los diferentes parajes visitados de Cantabria. Ha sido una experiencia muy enriquecedora en donde se ha demostrado la viabilidad de viajar en vehículo eléctrico por nuestra comunidad y deseando que se concreten las fechas para la próxima convocatoria con la esperanza de coincida con unas condiciones meteorológicas más apropiadas y se pueda contar con un mayor número de motoristas preocupados por la salud de nuestro medio ambiente.

Las motos eléctricas son una forma muy eficiente y respetuosa con nuestro entorno y que se implantaran firmemente en corto plazo, conforme los combustibles fósiles vayan encareciéndose y las energías renovables, como el viento y el sol, vayan abaratando la factura eléctrica. El coste en las recargas de cada una de las motos no ha superado los dos euros para distancias recorridas al día de unos 250-300 km.
Según uno de los organizadores del evento, Francisco Sánchez, “Las motos eléctricas no se pueden comparar con las de combustión. Juegan en otra liga, al igual que un AVE frente a las locomotoras de vapor. Son extraordinariamente eficientes, rápidas, silenciosas y fáciles de pilotar. Puedes tener tu propia electrolinera en casa, en el supermercado o en el restaurante de la esquina, con la libertad y economía que ello supone”. Al mismo tiempo añade “Su mantenimiento es casi nulo, salvo cambiar los neumáticos cuando corresponda”. Y concluye “Como usuario de motos durante 40 años, el placer de pilotar sin ruidos ni humos en una ruta por un bosque en otoño es una de las experiencias más gratificantes de mi vida”.
Estas concentraciones, y su posterior divulgación en los medios especializados, ayudan a potenciar el turismo en nuestra Comunidad. Los participantes quedaron impresionados por la excelente disponibilidad de cargadores de vehículos eléctricos en los valles pasiegos. Por el contrario, fue sorprendente para ellos la ausencia o problemas de mantenimiento de los cargadores situados en las hermosas villas de la costa como San Vicente de la Barquera, Comillas o Santillana del Mar, demostrando bastante dejadez por parte de los responsables de su instalación. Desde luego no es la mejor manera de potenciar el turismo sostenible.
Autor | Paco Micras